Christian.

Es como una burla,
es como si el cuerpo que tocas,
se tornara invisible, imperceptible.
 Desapareces,
 te alejas hasta que mi mirada no puede alcanzarte.
Ya has dejado de ser mío
 y ahora estas perdido,
 perdido entre algo que no existe;
el problema no es acerca de sentir,
 ni de pensar,
quizás sea que de pensar hiere más.
Estoy tan cansada y, jamás lo digo,
jamás lo sabes, es que no te importa,
es que alguien más te ha atrapado,
 tantos colores te cegaron,
ya no me miras a mí, no escribes para mí,
cada vez me hago más transparente,
y cada vez me miras menos.
Piérdete entre esos que jamás vas a tocar,
esos que jamás miraran el fondo de tus ojos,
esos que están sin estar,
sigue burlándote de mí,
porque estoy cansada,
ya no quiero levantarme,
es insano, es un acto de optimismo innecesario,
 hace tanto tiempo te fuiste,
que creo que no puedes volver,
ni eres aquél que pudiste ser,
no sé si eres mejor o peor,
simplemente eres diferente,
tanto que he llegado a desconocerte,
he desconocido actos tuyos,
y conozco el hecho de que no volverás
no volverás a perderte en un beso mío,
que tus ojos jamás volverán a mirarme,
que tus manos jamás escribirán como lo hacías,
tantas cosas que me fascinaban, ahora eres nada.
No eres quien yo espero.