viernes, 25 de enero de 2013

Canto de flor.

Mu muy querido Awen:

Mil veces he cantado tu nombre al viento, tu nombre que guardo para mí, he cambiado tu nombre porque así cambia lo que siento por ti, cambia como la luna, como ella palidezco al imaginarte lejos. Eres un bosque en el que me pierdo, me pierdo muchas veces para refugiarme en tus árboles para dormir bajo tus sombras; las mismas que cambian al mover el sol, por eso cambio tu nombre, para que nadie te llame como yo lo hago, tu nombre secreto que solo se guarda en mis labios. Eres una espiral, voy caminando en ti, sé que algún día llegaré al centro de ti para saber porque no puedo salir, para conocer tus maravillas y tus secretos, voy a caminar hasta el punto de donde emerge tu calor tan inmenso, voy a llegar ahí a tener mi sueño más profundo, a perderme. Eres sagrado como el nombre que te doy y que espero no compartas..
Seré libre de correr en tu silencio.

Awen:
La palabra proviene de la cultura celta, es un canto que se reaiza al abrir un círculo mágico, para crear una misma energía. Awen no corresponde a un dios o a una diosa. El Awen es el espíritu inspirado: la repentina llama de lucidez que inflama los pensamientos de los hombres y les da sabiduría, facilidad de palabra e inspiración. El Awen es lo que le permite a los poetas y músicos el improvisar versos agudos en medio de una canción, el hacer poesía y lírica. El Awen se puede alcanzar a través de la música, de la meditación, del amor o del valor, y puede ser un regalo de los dioses. Así lo eres tú.


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