jueves, 23 de febrero de 2012
Darte un tiro.
Siempre eres así, escribes y crees demostrarlo todo, lo cierto es que tan torpes son tus palabras como limitados son tus sentidos, no dices nada. Son solo blasfemias, no sabes amar, no sabes lo que es el arte, no eres nada mi nadie, pareces tan perdido. Solo quieres enseñar que sabes, presumirlo. Son esas las huellas de tu ignorancia, jamás he oido nada de tus labios, parafraseas y robas nuestras ideas. Te crees mucho más de lo que eres, no eres nada, no sabes cuanto te odio, te veo en el pavimento, en la naturaleza que está herida y que no vuelve, que se ha perdido como todo. No tienes amor al arte y pretendes escribir, sé que tomas mis ideas y las copias, las presumes como tuyas y todos los niños tontos como tú, parecen mirarte. Creo que es lo único que buscas, sin mis palabras nadie te voltearía a ver, si cierro esto ¿a quién le vas a copiar? Te piedo que te mueras, que no veas más mi poesía, no es amor, es simple el hecho de entender que no es poesía cuando hablo de ira, es solo mandar a la gente como tú a volar de una manera muy adornada. Tú sigues tan niña y no entiendes muchas cosas, quiero que sepas que a nadie importas, ni siquiera a mí, por más paciente que sea. Eres la persona más desagradable que conozco, te odio y odio lo que te rodea, lo que de mí hayas robado, lo que hayas aprendido. Lo impregnaste con tu estupidez y dejo de ser yo, es una aleación de lo mío y lo poco que es tuyo, casi nada. En mi puñeta mental voy y te doy un tiro con mis palabras. Roba eso ¿o es que te da pena que sepan que no eres tú quien escribe, sino yo?.
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