jueves, 23 de febrero de 2012

Trago amargo y mal sabor de boca

Fuiste tú, menos de lo esperado
me había ya cansado,
me asechaban raras veces tus sombras
te miraba en los días grises.
Eras moho, humedad, lluvia
tus palabras seguían en mis paredes blancas
era como tinta, errores
errores en un papel, en un lienzo.
No te quiero volver a ver,
no quiero que me mires,
ni que me escribas o me busques.
Desaparece y piérdete entre tanta gente,
entre tantas mujeres,
además tu suerte es cambiante
no me necesitas, ni a mis labios.
Te lo pido, por compasión, déjame.
Nunca me conociste y despídete
será la última ve que escriba para tí.

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